La digitalización ha acelerado la forma en que hacemos negocios, pero también ha abierto la puerta a nuevas amenazas: el ciberfraude. En Latinoamérica, cada transacción digital es un posible objetivo de fraude. Y en este escenario, la seguridad ya no puede ser un extra: debe ser la base.
Un panorama cada vez más complejo
Los ciberataques no dejan de crecer en la región. Según datos de GeneXus Consulting, el ciberfraude en Latinoamérica aumentará un 108 % en 2025, con más de 2600 intentos semanales por organización. En Perú, solo entre enero y marzo, se han reportado más de 6,000 denuncias por delitos informáticos, siendo el fraude informático el más denunciado, con un 69% (Andina).
Pero las amenazas ya no se limitan al phishing o al robo de contraseñas. Durante un reciente webinar “Identidades que no existen, fraudes que sí: el auge de los deepfakes”, en el que participó nuestro Oficial de Seguridad de la Información, Fernando Gonzales, se discutió cómo la IA generativa está impulsando una nueva ola de ataques. Hoy, los ciberdelincuentes crean identidades sintéticas imposibles de rastrear, desafiando los sistemas de verificación tradicionales y poniendo en riesgo millones de transacciones.
En el webinar también se compartieron recomendaciones de prevención de fraude en pagos digitales. La principal conclusión fue clara: ninguna tecnología por sí sola es suficiente. Los expertos coincidieron en que se requieren múltiples capas de seguridad, que combinen biometría, análisis de comportamiento y monitoreo en tiempo real. También se destacó que el usuario humano sigue siendo el eslabón más débil, lo que exige capacitación constante y cultura de seguridad dentro de las organizaciones.
Finalmente, se subrayó la importancia de mantener un equilibrio entre seguridad y experiencia del cliente, para que los controles no se conviertan en barreras innecesarias en la operación.
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Seguridad que impulsa confianza
Ante este panorama, confiar en plataformas sin certificaciones sólidas puede poner en riesgo a las empresas. El crecimiento del cibercrimen en la región demuestra que la seguridad no puede improvisarse: se necesita un marco probado, auditable y global.
En LigoPay entendemos que sin confianza, no hay libertad financiera real. Por eso hemos alcanzado la certificación internacional ISO/IEC 27001:2022, que valida nuestra gestión de seguridad de la información bajo los estándares más reconocidos a nivel global.
Esto significa que no solo ofrecemos agilidad en pagos y transferencias, también aseguramos que:
- La información está protegida contra accesos no autorizados.
- Los procesos están diseñados para responder ante amenazas digitales.
- Se cumplen estándares globales exigentes para cualquier operación segura.
Además de la certificación ISO 27001 fintech Perú, también incorporamos prácticas de seguridad de nivel bancario:
- Cifrado de grado bancario y monitoreo 24/7.
- Autenticación multifactor para accesos seguros.
- Auditorías regulares, controles internos y cumplimiento regulatorio con la SBS y el BCRP.
- Procesos preparados para responder ante incidentes y minimizar riesgos.
Así, cada acción y transacción está protegida mediante tecnología, procesos y controles operacionales robustos.
El ciberfraude en Latinoamérica seguirá creciendo y sofisticándose. Pero con aliados estratégicos que combinen innovación y certificaciones internacionales, las empresas pueden adelantarse a las amenazas y operar con confianza.
LigoPay no solo acelera tus pagos, también protege cada una de tus operaciones.