La digitalización financiera en Latinoamérica avanza con fuerza, pero no está exenta de retos. En 2025, el ecosistema de pagos digitales enfrenta desafíos que ponen a prueba su sostenibilidad y escalabilidad: desde marcos regulatorios fragmentados hasta riesgos crecientes de ciberfraude. A continuación, repasamos los principales puntos que marcarán la agenda de las empresas y fintech.
Costos elevados y pagos transfronterizos
El comercio internacional de las pymes en la región enfrenta costos altos y demoras significativas en los pagos cross-border. Un estudio de Mastercard revela que estas fricciones reducen la competitividad y obstaculizan la expansión de los negocios hacia nuevos mercados. La modernización de la infraestructura de pagos es clave para que las empresas puedan integrarse de manera más eficiente en la economía global.
Brecha digital e inclusión financiera
El avance de las billeteras digitales y los pagos inmediatos convive con realidades estructurales: la persistencia del efectivo, las bajas tasas de bancarización y la desigualdad en el acceso a internet. Según un análisis de PCMI, los pagos digitales ya representan el 60% del gasto en la región, pero amplios sectores siguen excluidos del ecosistema financiero formal, sobre todo en áreas rurales o con baja conectividad.
Ciberfraude y confianza del usuario
El crecimiento de los pagos digitales ha traído consigo un aumento de las amenazas. El Visa Threat Report identifica un incremento de ataques tipo Card-Not-Present (CNP) y fraudes de enumeración automatizada en América Latina, lo que evidencia la urgencia de reforzar la seguridad en toda la cadena de pagos. La confianza del usuario es un factor determinante: sin seguridad, la adopción digital enfrenta resistencias.
Aquí la respuesta del sector es clara: inversión en ciberseguridad y cumplimiento de estándares internacionales. En esa línea, recientemente Ligo obtuvo la certificación ISO/IEC 27001:2022, un reconocimiento global que garantiza los más altos niveles de protección de la información. Esta certificación refuerza nuestro compromiso de ofrecer transacciones seguras, confiables y trazables, respondiendo directamente a los desafíos de fraude y riesgos digitales que enfrenta la región.
Regulación fragmentada y desigual
La falta de un marco regulatorio uniforme sigue siendo una de las principales barreras para la expansión de los pagos digitales. El Foro Económico Mundial señala que, aunque países como Chile o Colombia han avanzado con leyes fintech y sandboxes regulatorios, otros aún carecen de reglas claras que fomenten la innovación y la inclusión financiera. Esta disparidad dificulta la interoperabilidad regional y limita la escalabilidad de las soluciones.
Los pagos digitales en Latinoamérica avanzan hacia un modelo más moderno, inclusivo y competitivo, pero los desafíos siguen siendo significativos. Para las empresas, la clave estará en adoptar tecnologías que reduzcan costos, garanticen seguridad y permitan adaptarse a marcos regulatorios cambiantes.
En LigoPay ofrecemos mucho más que una herramienta de pagos: somos una plataforma de infraestructura financiera que permite a las empresas gestionar pagos, cobros y validaciones de cuentas en tiempo real. Nuestra solución combina velocidad, trazabilidad y escalabilidad, eliminando los cuellos de botella del sistema financiero tradicional y permitiéndote operar como si tuvieras tu propio sistema financiero.